El 23 de noviembre pasado se cumplió un año de la muerte de uno de los emblemas del periodismo deportivo cordobes, Víctor Brizuela.
A los 77 años su cuerpo no soportó más el paso del tiempo y su corazón dijo basta. Brizuela supo transformarse en un sólido referente de nuestro país.
Comenzó su carrera como cronista en la radio LV2 en 1952 formando parte del programa "Rincón Deportivo". En 1960 se lanzó con su propio espacio, "Sucesos Deportivos". También trabajó en la televisión y en la prensa escrita, pero lo suyo era la radio. Fue en 1999 cuando cumplió su sueño e inauguró su propia emisora, "radio Sucesos".
Supo ser frontal y polemico y con un perfil serio, aunque muchas veces el humor se trasformaba en su mejor aliado.
Hijo de un dirigente del gremio del calzado y de una portera de escuela y, a la vez, legendaria militante radical María Brizuela, Don Víctor se hizo en el potrero. “Yo no tuve escuela, estuve cerca de grandes maestros, como Fioravanti, que tampoco tenían sólo un pelota de fútbol en la cabeza”, contaba con orgullo.
El estadio de córdoba lleva su nombre porque allí transmitió cada partido que se jugó. Consagró su existencia a "la pavada del futbol", una frase que comenzó a utilizar para desdramatizar un deporte que comenzó a disfrutar en su barrio cordobes de Bella Vista. Esta frase le abrió la puerta para conocer los cinco continentes y ser testigo de once mundiales.
Pero su vida no siempre fue feliz, padecía una enfermedad renal, que lo llevó a ser trasplantado.
Hace un año nos dejaba uno de los personajes mas importantes de Córdoba y de la Argentina, pero más allá de su desparición, todos los hinchas del fútbol y del buen gusto lo recuerdan con caríño y orgullo.
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