En la última década, el Periodismo Deportivo y el del espectáculo cada vez tienen mas cosas en común. Hoy en día, ya no hay muchas diferencias entre estas dos profesiones que prefieren la primicia y el sensacionalismo antes que brindar un buen informe.
Pero los periodistas deportivos no se quedan en el molde y van mucho más allá del horizonte. Tal vez se pueda encontrar una comparación con el mundo del fútbol, en el cual, los jugadores cambian de camiseta como quien cambia diez pesos en el banco por su equivalente en monedas. Esto mismo sucede en el ámbito periodístico, por que los encargados de difundir las noticias se cambian de canal en canal que de un día para el otro.
El problema surge que después de varios años de defender una línea que baja el canal donde trabajan, al pasar a otro olvidan por completo lo que defendían y por ende llegan a desafrentarlo posteriormente. El tema no es que cambien de trabajo, sino que, por unas monedas de más reinician su ideología anterior.
Pero los periodistas deportivos no se quedan en el molde y van mucho más allá del horizonte. Tal vez se pueda encontrar una comparación con el mundo del fútbol, en el cual, los jugadores cambian de camiseta como quien cambia diez pesos en el banco por su equivalente en monedas. Esto mismo sucede en el ámbito periodístico, por que los encargados de difundir las noticias se cambian de canal en canal que de un día para el otro.
El problema surge que después de varios años de defender una línea que baja el canal donde trabajan, al pasar a otro olvidan por completo lo que defendían y por ende llegan a desafrentarlo posteriormente. El tema no es que cambien de trabajo, sino que, por unas monedas de más reinician su ideología anterior.

En ambos casos, el oficio de ser periodista fue quedando de lado al pasar el tiempo. Hoy en día asumieron el rol de ser ellos mismos los protagonistas y conductores de los programas, en los cuales ya no informan sino que entretienen.
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