domingo, 12 de septiembre de 2010

PERIODISTAS VEDETONGAS


En la última década, el Periodismo Deportivo y el del espectáculo cada vez tienen mas cosas en común. Hoy en día, ya no hay muchas diferencias entre estas dos profesiones que prefieren la primicia y el sensacionalismo antes que brindar un buen informe.

Pero los periodistas deportivos no se quedan en el molde y van mucho más allá del horizonte. Tal vez se pueda encontrar una comparación con el mundo del fútbol, en el cual, los jugadores cambian de camiseta como quien cambia diez pesos en el banco por su equivalente en monedas. Esto mismo sucede en el ámbito periodístico, por que los encargados de difundir las noticias se cambian de canal en canal que de un día para el otro.
El problema surge que después de varios años de defender una línea que baja el canal donde trabajan, al pasar a otro olvidan por completo lo que defendían y por ende llegan a desafrentarlo posteriormente. El tema no es que cambien de trabajo, sino que, por unas monedas de más reinician su ideología anterior.

Un claro ejemplo de estos cambios repentinos de identidad fue el de Alejandro Fantino, que en los últimos cinco años pasó por TyC Sports, ESPN y America. Si bien el estilo de programa que él hacía no era similar a los otros del estilo periodístico, lo que priorizaba era el humor. A lo largo de los años Fantino eligió el show y el escándalo como foco de cada uno de sus programas. Cabe destacar que cuando estuvo en ESPN hizo todo lo contrario a lo que venía haciendo. Se ponía un traje y apelaba a la emotividad y al archivo cada vez que lo conducía ESPN estudio con distintos personajes del ámbito periodístico.

Otro de estos personajes que decidieron emigrar del programa y la empresa que venían defendiendo de un modo capitalista desde hace varios años fue Germán Paolosky que pasó de Fox Sports a ESPN. Si bien sigue manteniendo el mismo estilo, su salida de la cadena Fox fue algo escandalosa, porque desde la emisora cada vez que salía el spot publicitario del programa “Futbol para Todos”, se podía notar un claro mensaje ninguneando al antiguo conductor.

En ambos casos, el oficio de ser periodista fue quedando de lado al pasar el tiempo. Hoy en día asumieron el rol de ser ellos mismos los protagonistas y conductores de los programas, en los cuales ya no informan sino que entretienen.

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