El posteo de hoy tiene relación alguna con el del domingo pasado. En aquella ocasión se habló de la censura en épocas del último golpe militar que tuvo lugar en la Argentina. Por eso se seguirá hablando algo sobre este tema.
Puede sonar extraño pero hoy en día la censura sigue estando vigente. Se entiende como censura: “la intervención que practica el censor en el contenido o en la forma de una obra atendiendo a razones ideológicas, morales o políticas”. Entonces con esta definición podremos darle curso a esta nota.
Como bien se mencionó, este posteo se relaciona de alguna manera con el libro “1984” de George Orwell. En dicho texto se menciona que Winston trabaja en el Ministerio de la Verdad, justamente corrigiendo ciertos textos y diarios que atentaban de alguna manera con la política del partido dominante. Se podría decir que corregía el pasado para que este no existiera, omitía información que pudiera afectar la estabilidad del gobierno autoritario. Tengamos en cuenta que esta novela fue, es y será una ficción, pero cualquier semejanza con la realidad es mera coincidencia.
Todos los argentinos saben, o casi todos, que los militares que supieron estar en el poder en la década del setenta hicieron exactamente lo mismo con los diarios de aquel momento y también con la quema de centenares de libros. Pero este no es el foco de la nota, sino que apunta hacia otro parte, mas bien el método que se sigue utilizando en la actualidad para dominar y manipular cierta información.
Hoy en día, los Monopolios o más bien el grupo Clarín es el encargado de manejar la información. Con esto se quiere decir que los distintos diarios que pertenecen al grupo, manejan los tiempos, la agenda de la opinión pública. Al ser Clarín y Ole uno de los diarios más vendidos del país tiene mayor influencia en los consumidores. Además poseen ese poder monopólico que influye en todos los medios de comunicación. Tiene tanta concentración de poder que puede manejar la información a su gusto, o más bien manipularla. Una coma de más o un signo de interrogación o exclamación, o tal vez un acento puede modificar el sentido de una frase.
Es sabido el poder que tiene este monopolio, porque no tiene la misma difusión una noticia de Clarín que una del Diario Popular. Al vender más diarios en el mercado o al tener mas rating en la televisión, claramente va a ser uno de los medios mas vistos, de eso no hay duda. El problema surge cuando utilizan la información para beneficio suyo y para distorsionar la realidad de los hechos.
Al igual que el Ministerio de la Verdad en 1984, el monopolio de Clarín logra imponer una moda, una noticia, pero con la diferencia que vende un sensacionalismo negativo y parece ser que todo esta mal. Ese poder que parece interminable les permite ser de alguna manera los dueños de la verdad
Hoy, 27 de octubre falleció el ex presidente Néstor Kirchner y los medios por ahora solo focalizaron el dolor de sus familiares y de alguna manera homenajearon la figura del ex mandatario. Será cuestión de días u horas para ver la intencionalidad de los distintos canales y diarios. Hoy estuvieron a la altura de las circunstancias, pero mañana será otro día y ahí se vera si lucran o no con la imagen de Néstor.
Puede sonar extraño pero hoy en día la censura sigue estando vigente. Se entiende como censura: “la intervención que practica el censor en el contenido o en la forma de una obra atendiendo a razones ideológicas, morales o políticas”. Entonces con esta definición podremos darle curso a esta nota.
Como bien se mencionó, este posteo se relaciona de alguna manera con el libro “1984” de George Orwell. En dicho texto se menciona que Winston trabaja en el Ministerio de la Verdad, justamente corrigiendo ciertos textos y diarios que atentaban de alguna manera con la política del partido dominante. Se podría decir que corregía el pasado para que este no existiera, omitía información que pudiera afectar la estabilidad del gobierno autoritario. Tengamos en cuenta que esta novela fue, es y será una ficción, pero cualquier semejanza con la realidad es mera coincidencia.
Todos los argentinos saben, o casi todos, que los militares que supieron estar en el poder en la década del setenta hicieron exactamente lo mismo con los diarios de aquel momento y también con la quema de centenares de libros. Pero este no es el foco de la nota, sino que apunta hacia otro parte, mas bien el método que se sigue utilizando en la actualidad para dominar y manipular cierta información.
Hoy en día, los Monopolios o más bien el grupo Clarín es el encargado de manejar la información. Con esto se quiere decir que los distintos diarios que pertenecen al grupo, manejan los tiempos, la agenda de la opinión pública. Al ser Clarín y Ole uno de los diarios más vendidos del país tiene mayor influencia en los consumidores. Además poseen ese poder monopólico que influye en todos los medios de comunicación. Tiene tanta concentración de poder que puede manejar la información a su gusto, o más bien manipularla. Una coma de más o un signo de interrogación o exclamación, o tal vez un acento puede modificar el sentido de una frase.
Es sabido el poder que tiene este monopolio, porque no tiene la misma difusión una noticia de Clarín que una del Diario Popular. Al vender más diarios en el mercado o al tener mas rating en la televisión, claramente va a ser uno de los medios mas vistos, de eso no hay duda. El problema surge cuando utilizan la información para beneficio suyo y para distorsionar la realidad de los hechos.
Al igual que el Ministerio de la Verdad en 1984, el monopolio de Clarín logra imponer una moda, una noticia, pero con la diferencia que vende un sensacionalismo negativo y parece ser que todo esta mal. Ese poder que parece interminable les permite ser de alguna manera los dueños de la verdad
Hoy, 27 de octubre falleció el ex presidente Néstor Kirchner y los medios por ahora solo focalizaron el dolor de sus familiares y de alguna manera homenajearon la figura del ex mandatario. Será cuestión de días u horas para ver la intencionalidad de los distintos canales y diarios. Hoy estuvieron a la altura de las circunstancias, pero mañana será otro día y ahí se vera si lucran o no con la imagen de Néstor.
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