miércoles, 13 de octubre de 2010

Son todos unas mierdas!!!!! Parte 2


Días atrás este blog publicó una pequeña nota en donde un diariero expresaba toda su bronca contra los periodistas. Pero lamentablemente por cuestiones de tiempo y espacio, no se llegó a decir todo lo “el loco Dorrego” quiso contar y mucho menos la otra voz que se prestó aquel día para expresarse.
Si se acuerdan, este señor estaba algo alborotado por lo que tenía que escuchar todos los santos días en los medios de comunicación y por eso soltó toda su bronca contra uno de los cronistas de dicho blog. Ojo, hay que tener en cuenta que en ningún momento fue agresivo, sino que solo quería expresarse.

Su postura había quedado muy clara, pero no conforme con eso comenzó a regalar algunas anécdotas de su vida y también algunos consejos. “Ustedes los nuevos periodistas tienen que pensar y cambiar todo esto”. Pero a medida que él hablaba, de apoco, se quedó tranquilo porque sabía que sus palabras no eran en vano y que tarde o temprano las cosas iban a cambiar.

De a poco la charla se fue diluyendo y luego de un apretón de manos con el cronista, éste último decidió ir en buscas de nuevas voces. A unos cuantos metros del quiosco y doblando en Malabia se encontraba otro sujeto dispuesto a conversar un rato y a intercambiar sus opiniones.

Esta vez era un vendedor de boletos de la línea 109, más bien conocido como: “chancho”. Su nombre era Juan y a simple vista se notaba que era una persona más tranquila que nuestro amigo anterior.

La charla comenzó muy tranquila y se mantuvo así hasta el final. Juan tenía una personalidad mucho mas tibia que “el loco Dorrego”, porque en ningún momento atacó ni atentó contra la opinión y persona de ningún periodista.

“Yo no tengo nada contra nadie, todos pueden opinar como quieran, a mi no me molesta”, dijo Juan. Después de un rato confesó que escuchaba a Ari Paluch, porque era claro con lo que decía y la forma en que lo decía. Ese era su periodista preferido, aunque Gonzalo Bonadeo y Víctor Hugo Morales no se quedaban atrás.
Pero lo mas llamativo fue que siempre se mostró a la defensiva, como si no quisiera opinar del tema o capaz por miedo a que alguien lo escuchara. Si bien confesó ser fanático del deporte dejó en claro su respecto por los periodistas. Lo que si resulto extraño fue cuando dijo que respetaba a todos los periodistas, como a Marcelo Palacios o Fernando Niembro.

Una vez que terminó la conversación, el hombre siguió con su rutina y con una sonrisa leve se mostró conforme con la charla.

Así terminó la recorrida por el barrio de Villa Crespo, un lugar en el cual hay un mar incesante de opiniones, que solamente necesitan ser escuchadas para luego ser interpretadas. Después de plasmarlas en estas líneas hay que reflexionar sobre el estado crítico por el cual padecen algunos periodistas.



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